jueves, noviembre 13, 2008

Visita a la oficina de Arturo

Tal cual como ocurría cuando uno estaba chiquito que te decían hoy es el día de visitar a papi a la oficina, uno se emocionaba, y se encontraba todo maravilloso: una grapadora wao!, los papeles de papi wao!, la silla grandota que daba vueltas... etc. Así me sentí yo cuando fui a visitar a mi amigo Art a su trabajo en Barrick Dominicana, en la Torre Acrópolis. Es una hermosa oficina, en el piso 14, después de terminar con todo el trabajo subimos al piso 18 a ver la vista desde allá arriba. Claro que en el mientras tanto me bebí un rico té negro oolang con rosas, Increíble la vista! Santo Domingo de noche... Aquí va mi relato fotógrafico del evento:


















Almuerzo en el Chino de Mariscos...





Yo conocí a mi amigo Cosme en un viaje a Jarabacoa, él iba manejando a petición de una de mis compañeras de viaje, haciendónos "el favor" de llevarnos a un fin de semana de reclusión para reflexionar sobre nuestras vidas emocionales (Sí , eso mismo que estás pensando un curso lleno de mujeres y dos hombres que sus esposas obligaron a asistir para aprender sobre las emociones, un tema que no es el favorito de la mayoría de los varones). El viaje fue dificil porque nuestro chofer designado maneja de forma kamikaze-like es un peligro en el volante, va demasiado rápido, juré no volver a montarme con él nunca en mi vida si llegaba viva a mi casa. Pero la vida tenía otros planes, nos convertimos en amigos. Cosme se infiltró en mi reducido circulo de amigos como la humedad en un frasco de sal, y hoy en día puedo decir que es un buen amigo. Solemos almorzar juntos los martes, éste martes la cita fue en el Restaurant Chino de Mariscos, éste es un lugar que me recuerda tantas cosas:
-Almuerzos y cumpleaños con mi familia.
-La panadería en la que vendían mi pan dulce favorito.
-Los peces (no me acuerdo si eran Koi) de la entrada, en mi niñez nunca pensé que alguien luego se los comería.
-El chino que subia al techo al medio día con una manguera a regar el techo con agua fresca. (Mis disculpas si ofendo a alguien de raza asiática pero aquí a todos los asiáticos les decimos chinos, no sé si era cantonés, ó mandarín, etc.)
-El té negro. Que mi flia. bebe solo con limón y azúcar.
-Los famosos y mas sabrosos eggrolls de Santo Domingo. Los días de mi cumpleaños mi padre me permitía comer sólo eggrolls, para mi eso era lo mas cercano a la gloria.
-El color rojo, luces bajas, las mesas con bordes plegadizos y flores plásticas.
Ya no soy niña, tengo 27, pero todavía me acuerdo de tantas cosas que viví allí. El lugar es un testigo de muchos episodios de mi vida, lo sigue siendo. Ahhh! comimos wonton al vapor, pescado al vapor con gengibre, puerro, vegetales satinados... y por supuesto bebí té negro.